En las manos, frambuesas empolvadas de hielo.

Hay recuerdos de los cuales no son nuestros mejores aliados, pero que estan ahí para decirnos quienes podemos ser y que queremos para sí.
En más de una ocasión, hacemos como si no significasen nada, pero aparecen sin cansancio, porque son nuestra historia, nuestras decisiones, nuestras asertividades y/o errores.
Por otro lado, al ser humano, el ojo de un otro puede provocar suceptibilidades tendientes a esconderse, desde luego influyen juicios previos, ahí es importante saber diferenciarnos, ya que un otro puede o no tener la razón, pero un otro no siempre nos conoce, ni empatiza como corresponde.
En síntesis, tener claridad, es avanzar, y poder descongelar frambuesas para comerlas con crema y quizá bañarlas en chocolate, ya que no hay nada más armonioso que la propia voluntad sea quien guie nuestras conductas.