La emoción y su sabor

La alegría es dulce. La pena es salada. El miedo es ácido. La rabia es amarga. Sin duda, la identificación sabor/emoción a simple vista puede ser escuálida, pero paradójicamente así como las emociones se ubican en distintas partes del cerebro, los sabores se ubican en distintas partes de la lengua, además así como hay sustancias que modifican los sabores, hay situaciones que modifican las emociones. Junto a ello, la emoción modifica la atención y el sabor modifica la reacción. Desde luego, probablemente las emociones son procesos más profundos de nuestra organización, lo que no deja de ser que esta asociación sea bastante utilizada en las metáforas, la poesía, y en bastantes manifestaciones artísticas. Además básicamente emoción es impulso que induce la acción, y sabor es la impresión que nos causa una sustancia o alimento, entonces en teoría en ambas hay efecto-causa o quizá una causa-efecto. Sin embargo, la valorización que socialmente se les atribuye a ambos, es proporcionalmente distinta, los sabores son bastante más volátiles, que lo que es o lo que puede ser una emoción, de hecho todas las personas tenemos en nuestra vida una emoción más marcada que otra. Y claro está que el cerebro es un órgano bastante más significativo para la humanidad que la lengua, el cerebro es vital, la lengua no, pero sin duda la asociación sabor emoción puede ser bastante significativa para el pensar y expresar de mucho.