¿A dónde se fueron mañanas?

El tiempo no descansa, avanza sin pausas, y sigo aquí como si estuviera en cama. No recuerdo cuan amanecer, música, arte y una cálida tarde. Hay un curso insoluble interminable… Que hasta las pestañas ya les arde ésta consecuencia de levantarme tarde. La sangre ya no sabe y el corazón se ahoga cuando late. ¿Por qué la decisión no batalla para que pueda regresar el sol? No puedo ser con éste estar, pero ya no encuentro estar con mi ser. El anhelar se ha vuelto enemigo y el soñar pesadillas mi mejor amigo. Estoy en el más alto acantilado que he percibido/recibido, pero es un cielo celeste entre suaves nubes blancas lo que mi alma busca para que el viento se lleve las lagrimas… Te extraño mañanas, te necesitan tanto mis entrañas!